El 23 de mayo presentamos en Madrid la Alianza por el Desarme Nuclear, de la que la Fundación Cultura de Paz forma parte y que tiene por objetivo aumentar el apoyo social y político al Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, que entró en vigor el 22 de enero de 2021 después de años de incansable trabajo del movimiento pacifista. Este acto contó con la presencia de nuestro presidente, Federico Mayor Zaragoza, y nuestra directora, Ana Barrero Tíscar, que reivindicaron el desarme nuclear como una responsabilidad para con las generaciones venideras y para garantizar la supervivencia de un planeta en paz.  

El vídeo completo del acto se encuentra aquí. 

Federico Mayor Zaragoza manifiesta la necesidad de legar a las generaciones futuras un planeta en paz, primando el diálogo y la palabra sobre las armas. Recordó que la Carta de las Naciones Unidas se afirma “Nosotros, los pueblos, hemos resuelto evitar a las generaciones venideras el horror de la guerra”. La prohibición de las armas nucleares “es un compromiso con las generaciones venideras”. Nuestro presidente denunció la lógica imperante en el sistema plutocrático supremacista de “si quieres la paz, prepara la guerra”.

Recordó Federico Mayor Zaragoza que la educación tiene por objetivo “ser libre y responsable, sobre todo con las generaciones venideras” e insistió en que “ahora ya podemos” porque hay más posibilidades de encuentro, de diálogo y de participación. Recordó los intentos en el siglo XX de pasar de la razón de la fuerza a la fuerza de la razón, de la guerra a la palabra como principal herramienta política (la creación de la Sociedad de Naciones, el diseño inicial de las Naciones Unidas antes de la adopción del veto, la propuesta de Gorbchev de destrucción de las ojivas nucleares en 1986, que no prosperó…) y recordó que los seres humanos somos capaces de crear “y esa es nuestra esperanza”. Se confesó muy interesado en unir esfuerzos, datos, personas y organizaciones en contra de las armas nucleares.

Nuestro presidente señaló que “estamos en un momento de gran apremio pero de gran esperanza, por la existencia de fenómenos potencialmente irreversibles pero ahora ya podemos participar y movilizarnos, “debemos cumplir nuestros deberes intergeneracionales” y concluyó deseando que “nuestros descendientes no miren atrás y digan: “podían, pero no se atrevieron””.

 Nuestra directora, Ana Barrero Tíscar, señaló que “las armas nucleares son un peligro real y cada vez mayor para la humanidad y para el planeta. La única manera de estar seguras de que no se puedan utilizar es erradicándolas absolutamente”. Además, denunció como “indecente e inmoral el ingente gasto en armamento nuclear mientras  hay tantísimas causas urgentes y emergentes  en las que invertir como las grandes desigualdades , las injusticias sociales y la emergencia climática entre otras”.  Por todo ello, manifestó, “exigimos  al Gobierno español que ratifique el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares”. 

Nuestra directora concluyó advirtiendo que “habrá futuro para la humanidad si se transforma en un futuro pacífico. Esto significa paz en nuestras sociedades, paz entre los pueblos, entre las naciones,  y paz con el planeta”.